Inspección del sitio: si un topógrafo no marca el sitio, no se puede comenzar la construcción. Es necesario realizar una inspección para determinar el sitio y la línea correctos donde se debe construir el proyecto. Una inspección también permite a los contratistas verificar la ubicación horizontal y vertical adecuada de la estructura propuesta.

Pruebas de suelo: es uno de los pasos más críticos en el proceso de desarrollo de una obra. Implica la evaluación de la composición y el estado del suelo en la obra. La prueba se realiza para evaluar la integridad estructural del suelo y determinar si puede soportar el peso del edificio propuesto, su capacidad de drenaje de agua y qué tan bien puede soportar condiciones climáticas adversas en el futuro. Las pruebas de suelo son un paso legal e ineludible en el desarrollo de una obra.

Limpieza del sitio:   Antes de comenzar la construcción, el terreno debe estar limpio y completamente nivelado. Esto significa quitar todos los árboles que pueda haber sobre él y todos los servicios subterráneos que puedan obstaculizar el proceso de construcción. A veces, el sitio puede incluso tener edificios en buenas condiciones. Estos deben demolerse y retirarse del sitio.